Hace unos días me visitò en mi residencia de Pembroke Pines, mi amiga la abogada, dirigente política y comunitaria del norte del estado Anzoàtegui, Venezuela, Carlota Salazar Calderòn. Se me presentò con un par de regalos, dos libros de un escritor màs margariteño (de la isla de Margarita) que las “Tetas de Marìa Guevara”: Francisco Suniaga.
Los libros son “ESTA GENTE” y “MARGARITA INFANTA”, en la onda de la obra que le permitió a Suniaga resonancia nacional y, allende las fronteras venezolanas: “EL PASAJERO DE TRUMAN”.
Con esta novela sobre el drama del diplomático y politico venezolano Diògenes Escalante, que enloqueció cuando estaba a punto de alcanzar la Presidencia de la Repùblica, Suniaga se revelò como un escritor de alto vuelo, al extremo que ya se le señala como compacto seguidor de los grandes narradores contemporáneos de Venezuela:
Ròmulo Gallegos (Doña Bàrbara), Arturo Uslar Pietri (Las lanzas coloradas), Ramòn Dìaz Sànchez (Cumboto), Guillermo Meneses (La balandra Isabel llegó esta tarde), Antonio Arraiz (Puros Hombres), Enrique Bernardo Nùñez (Cubagua), Miguel Otero Silva (Casas muertas), Teresa de la Parra (Memorias de Mamà Blanca), Josè Rafael Pocaterra (Memorias de un venezolano de la decadencia), Mario Briceño Iragorri (El regente Heredia o la piedad heroica), Mariano Picòn Salas (Los días de Cipriano Castro), Adriano Gonzàlez Leòn (Paìs Portàtli), Salvador Garmendia (Los pequeños seres), Francisco Herrera Luque ( Boves el urogallo)…
Francisco Suniaga es un narrador de expresión potente, màs cerca del periodismo y la historia que de la literatura, en el sentido que su prosa es muy expresiva, informadora y descriptiva, pero sin el tono poético que lustra la ficción.