Cada vez que puedo, en público y en privado, de viva voz o por escrito, sostengo que no hay ninguna razón válida de tipo histórico, geográfico, antropológico, económico, lingüístico o de cualquier otra índole, para que Colombia y Venezuela sean dos países distintos. Somos en todo semejantes y complementarios.
Eso lo notaron con clarividencia los forjadores de la Gran Colombia, entre otros Miranda, Bolívar, Nariño, Sucre, Zea y otros próceres de gran inspiración. Fueron los cálculos interesados de las oligarquías locales, amparadas por líderes como Páez y Santander en el pasado, y por nacionalistas contemporáneos de mirada corta, como el Coronel Londoño en Bogotá y el jurista Lara Peña en Caracas, los que nos esquinan en una separación absurda.
Por eso nos emocionó la jornada HABLA COLOMBIA, promovida por los dirigentes de la comunidad colombiana de Florida, Fabio Andrade y Jaime Flórez, y transmitida por la emisora Actualidad 1020 AM.
Hay que proteger la Democracia del país hermano. Lo peor que nos podría pasar a todos es que Colombia por un justo afán de paz, se descuide y resbalé hacia la pesadilla neocomunista que oprime y arruina a Venezuela.
@alexisortizb