En la clasificación del antropólogo brasilero Darcy Ribeiro, Mèxico es uno de los paísesTestimonio de Amèrica. Es decir, uno de los países que antes de la llegada de Colòn al Nuevo Mundo, estaban habitados por pueblos de notable desarrollo, en este caso y cronológicamente los Olmecas, Teotihuacanos, Toltecas y Mexicas o Aztecas (además en la zona de Yucatàn floreció la civilizaciòn Maya).
Y la figura màs excelsa del Mèxico precolombino fue el Señor de Texcoco, Netzahualcòyotl (o Nezahualcòyotl), Huei Tlatoani (rey o venerado orador), que además de estadista fue arquitecto, poeta filosófico, ecologista e, inevitablemente, guerrero en un mundo belicoso.
Netzhualcòyotl cuyo nombre significa para unos “pequeño coyote” y para otros “coyote hambriento”, como gobernante completò una obra esplendorosa:
Ademàs de someter a sus encarnizados enemigos tepanecas, magnificò su reino con palacios, monumentos, acueductos, obras de ornato, jardines zoológico y botánico, carreteras, escuelas, museos y, desde luego, con su poesía:
“Yo lo pregunto. Yo Nezahualcòyolt lo pregunto: ¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra? / Nada es para siempre en la tierra: Solo un poco aquí. / Aunque sea de jade se quiebra. / Aunque sea de de oro se rompe. / Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra. / No para siempre en la tierra. / Solo un poco aquí”.