Publicado en El Nuevo Herald el 15 de julio del 2016:
Colombia y Venezuela están comprometidas a marchar juntas por la historia común y, por añadidura, no pueden evitar su destino de convertirse en un solo país. Esto lo percibió el clarividente libertador Bolìvar y por eso creò la Gran Colombia, ese espacio que en febrero de 1819, arrancò desde el Congreso de Angostura, incluyendo lo que hoy en dìa son territorios colombianos, venezolanos, de Ecuador y Panamà.
Cada vez que puedo digo en público o en privado, que no hay razón de peso, ni antropológica, histórica, geográfica, económica o de cualquier otro tipo, para que Venezuela y Colombia sean países separados. Tal es un disparate que ha revoloteado en la mente de los ambiciosos, primitivos y xenófobos de ambas fronteras.
Colombia es un país paradigmàtico. En medio de guerras cruentas de conservadores y liberales, del desafío de la narcoguerrilla (FARC, ELN, Paracos), ha logrado preservar la disciplina social y el crecimiento ecònomico. Colombianos del siglo XX y lo que va de XXI, son algunos estelares como Germàn Arciniegas, Alberto Lleras Camargo, Gabriel Garcìa Màrquez, Jorge Eliecer Gaitàn, Josè Eustacio Rivera, Jorge Isaac, Pibe Valderrama, Shakira, Gloria Zea, Fernando Botero, Carlos Vives, Luis Carlos Galàn, Andrès Pastrana, Alvaro Uribe, Sonia Osorio…
Y esta semana que pasò el presidente Juan Manuel Santos, su canciller la señora Holguìn y todo el fraternal pueblo de Cùcuta, dieron una inolvidable muestra de solidaridad con la Venezuela oprimida y arruinada por el castrochavismo. Vaciaron sus despensas de comida, para que nuestra gente pudiera aliviar la humillaciòn del hambre.
El hermoso gesto de los colombianos es tanto màs valioso, cuanto que el comediante eterno Chàvez y su engendro Maduro, no han escatimado las insolencias y las agresiones contra los líderes y el pueblo de Colombia.
¡Hoy proclamo que mi amor por Colombia es infinito!