Hace unos años la editorial Panapo me publicó un libro, EL FALSO RETRATO DE SIMON BOLIVAR,que escribí para demostrar que el libertador del Mediodía de América, no tenía nada que ver con el fraude castrochavista.
Veamos algunas diferencias: Bolívar era un militar exitoso y civilista, Chávez un militarista fracasado; Bolívar fue un político sensato, moderado y tolerante, Chávez un virulento, exagerado y represivo; Bolívar combatió la corrupción con severidad, Chávez siempre protegió a sus narco corruptos; Bolívar entendió la necesidad del apego a la Constitución, para Chávez la Constitución era prescindible; Bolívar señalo el peligro del continuismo en el poder, Chávez quiso eternizarse en el mando…
Ahora apareció un retrato del libertador que Chávez pagó para que Bolívar se pareciera físicamente a él. Fue este retrato fraudulento y no la imagen del Padre de la Patria, lo que el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, ordenó que fuera sacado del Palacio Legislativo y sustituido por el cuadro legítimo que siempre estuvo en el Congreso.