En el discurrir de los siglos París siempre fue el faro de la intelectualidad, el refugio de los artistas, científicos, filósofos y escritores. En su salones brillaron Humboldt, Bolívar, Lavoiser, Dumas, Voltaire, Baudelaire, Picasso, Miró, Vallejo, Evtuchenko, Piaff, Malraux, Aragón, Neruda, Sartre, Soto, Le Parc, Gide, Camus, Miller, Pound y todo un nutridísimo elenco de eximios.
Ahora París sufrió el zarpazo del fanatismo musulmán. La agresión de los criminales de EI o ISIS es un desafío a toda la humanidad. Debemos enfrentarlos con los pertrechos pacíficos pero contundentes de la civilización y la libertad.