Antes de la actual pesadilla perpetrada por la bandidocracia castrochavista, Venezuela era un país amable para vivir, donde uno podía encontrarse con profesionales competentes y simpáticos como Rafael José Aponte Alvarez, con su nombre artístico Cayito, adorado por el público.
Comediante, actor de carácter, cantante lírico, arquitecto, chef de cocina, Cayito llenó muchas de las mejores horas del espectáculo venezolano del siglo XX y lo que va XXI. Hace unos días en Caracas, después de una enfermedad odiosa, a los 80 años de su edad, murió este nativo de La Victoria, estado Aragua y nos dejó a todos “el corazón como capilla sin santo”.
Desde la inolvidable Radio Rochela de Tito Martínez del Box, por RCTV, Cayito se alzó con su voz potente y maestría para las imitaciones.
Son legendarias sus representaciones de Carlos Andrés Pérez, Renny Ottolina, Rafael Caldera y Arturo Uslar Pietri, entre otras.
En el Orfeón Universitario de la Universidad Central de Venezuela, el “Show de las doce” del Tío Víctor Saume, “La Noticia Bomba”, “Cuéntame ese chiste”, Festival por RCTV y otros programas y
escenarios, él se consolidó como el artista de punta que fue.
Y como cantante lírico en zarzuelas, óperas y operetas también hizo suceso. Sus musicales con las versiones venezolanas de “Cabaret”, “Jesucristo Super Star”, “El hombre de La Mancha”, “El violinista sobre el tejado” y el criollo “Epa, Isidoro”, son de inevitable recordación.
También hizo carrera exitosa en el cine y las telenovelas. Pero por lo que Cayito Aponte merece el reconocimiento mayor, es por la disposición que siempre tuvo para apoyar el lanzamiento de nuevas figuras como Laureano Márquez, César Granados (Bólido) y el Conde del Guácharo.
En la opacidad de estos días rojos es más luminoso el recuerdo de Cayito Aponte…
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