Publicado en El Nuevo Herald de Miami el 24 de Julio del 2019.
En el año 2003 la editorial Panapo de Caracas, publicó mi libro “EL FALSO RETRATO DE SIMON BOLIVAR”, mi cometido fue demostrar que es un abuso de la bandidocracia castrochavista, pretender usar la obra y pensamiento del libertador del mediodía de América, para sustentar su régimen oprobioso. Bolívar ha sido víctima de un doble extremismo: los que lo sacralizan como un paladín infalible, sobrehumano, sin mácula ni error; y los que por afán de pulcritud académica, para desacralizarlo lo disminuyen. En el primer grupo encontramos a dictadores como Guzmán Blanco, Pérez Jiménez y Chávez, y en el segundo a historiadores respetables que olvidan que Bolívar fue un guerrero exitoso, pero sobre todo un estadista, un político realista que tuvo que adecuar su desempeño a las exigencias de una época turbulenta y rudimentaria. Simón Bolívar fue el líder indiscutible de un proceso histórico relevante, pero como todos los hombres de carne y hueso, cometió desatinos e iniquidades. Miguel de Unamuno, José Martí, Lord Byron, Emilio Castelar, Pablo Morillo, Juana de Ibarbourou, Neruda, Darío, Rodó, Petion, Asturias, Arciniegas, José de Canterac, San Martín, entre otros, han reconocido la grandeza del libertador. La más reciente distorsión de la memoria de Bolívar la perpetró una serie de Netflix. Se trata de otra falsificación de su vida y sus circunstancias. Es raro que Netflix haya prestado su marca para una obra mal producida y peor actuada. La doctora Inés Quintero, historiadora emblemática de la Venezuela contemporánea, cuenta así su experiencia con esta serie cuestionable: “No aguante mucho, la verdad es; tampoco Ariana, mi sobrina querida. Estuvimos viéndola juntas y quedamos verdaderamente impactadas por la superficialidad, la inconsistencia, la debilidad y la inconducencia de la historia.Podemos confesar que no nos atrapó, en lo más mínimo”. ¡Un acto fallido esta telenovela de Netflix! jalexisortiz@gmail.com @alexisortiz.com www.alexisortiz.com ReplyForward |