Articulo publicado en El Nuevo Herald de Miami el día 12 de enero del 2019
En una reciente asamblea para crear el Consejo Exterior de la Venezuela Libre (CEVELIBRE), entidad de apoyo a la lucha de los venezolanos democráticos de aquende y allende, sugerimos el compromiso con la estrategia de la modestia.
Decíamos que antes se conocía a “los sabios que en el mundo han sido”por la cantidad de conocimientos, de certezas, que acumulaban. Ahora se les reconoce por que están llenos de dudas, porque son diestros para el manejo de la incertidumbre.
El conocimiento se ha trocado tan complejo, cambiante-vertiginoso, escurridizo, global e inabarcable, que resulta estólido no dudar, pretender que uno tiene la razón siempre y la distribuye a su parecer.
Tal constatación que tiene estipe socrática, se conecta con el espíritu de la democracia moderna que se expresa en la necesidad de debatir todo, no aceptar dogmas, verdades reveladas, entender que las ideas propias se deben defender, pero dejando siempre un científico margen de duda, de no descartar la posibilidad de que el equivocado sea uno.
En eso consiste la estrategia de la modestia. Discutir sin acritud ni descalificación del adversario. Para tratar de convencerlo y, desde luego, dejarse convencer si él demuestra la veracidad de sus argumentos. Hoy la humildad es un compromiso vital.
Decimos sobre todo preservar la discusión entre la gente democrática. Ya sabemos que la bandidocracia castrochavista no tiene ningún interés en el debate. Para ellos no somos más que “gusanos”, “escuálidos”, “agentes de la CIA”, enemigos a los que hay que reprimir con saña.
Y la modestia también incluye el diálogo con el pueblo llano. Conocer sus carencias y aspiraciones, Aprender de su experiencia. Evitar las poses grandilocuentes y pretenciosas. Ya decian nuestras abuelas que “la soberbia es mala consejera”.jalexisortiz@gmail.com @alexisortizb www.alexisortiz.com