Mi hija Gabriela María Margarita me trajo de Argentina, en la reciente navidad, el ensayo “El gran teatro de la historia, Calderón y el drama barroco”, escrito por la eruditas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Melchora Romanos y Florencia Calvo.
Pedro Calderón de la Barca fue una figura literaria emblemática del Siglo de Oro español. Incluso se considera que este período luminoso comenzó con la publicación de la gramática castellana de Antonio de Nebrija, en 1492, y, culminó con la muerte de Calderón en 1681.
La literatura española alcanzó sus màs altas cotas en ese Siglo de Oro. Además de Calderón de la Barca, rutilaron en tal etapa escritores como San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, Fray Luis de León, Fray Luis de Granada, Garcilaso de la Vega, Félix Lope de Vega y Carpio, Francisco de Quevedo y Villegas, Luis de Góngora y Argote, Tirso de Molina, Juan Ruiz de Alarcón, Alonso de Ercilla, Fray Francisco de Vitoria, Mateo Alemán, Fernando de Rojas, Bernal Díaz del Castillo, Fray Bartolomé de las Casas, Sor Juana Inés de la Cruz, el Inca Garcilaso de la Vega y, desde luego, la más excelsa expresión de la lengua castellana: Miguel de Cervantes Saavedra.
En su libro las lúcidas profesoras de la UBA Melchora Romanos y Florencia Calvo, despliegan un conocimiento riguroso de la obra de Calderón, de su teatro atravesado por el tono filosófico y su compromiso con la historia y de su prodigiosa cultura, propia de un hombre que llevó una vida diversa de sacerdocio católico, mundanidad, estudios en Salamanca, diplomacia y carrera militar.
Se trata de un enjundioso trabajo de investigación.