Tomás es un nombre de origen arameo (lengua materna de NS Jesuscristo), que significa gemelo o igual. El británico Santo Tomás Moro (1478-1535), fue una de las figuras claves de la historia del hombre sobre la tierra.
Este sabio, que fue canciller del reino en tiempos del cismático Enrique VIII de Inglaterra, que protegió en su exilio a otro grande: Erasmo de Rotterdam y murió decapitado en la Torre de Londres por negarse a renunciar a su fe católica, creo esa ilusión de sociedad perfecta que ha traspasado los siglos y milenios: UTOPIA.
Utopía es un voz griega que significa NO LUGAR o lugar inexistente, está asociada a otra griega EUTOPIA cuyo significado es LUGAR BUENO. Se trata de una obra de Moro, escrita en formato de novela o relatos de viajes, que describe una sociedad ideal, justa, apacible, bella y libre, en la cual los seres humanos podían alcanzar el derecho a la felicidad que les corresponde, por haber sido creados a imagen y semejanza de Dios. O sea, una realidad distinta a las insatisfactorias de la Europa del Renacimiento.
A esa comunidad feliz, una isla, Santo Tomás Moro la ubica en algún recodo de la Amazonia americana, lo cual enlaza con la leyenda del Noble Salvaje, en boga por esos tiempos de despliegue de la creatividad y discusión de las doctrinas.
Aunque en estos días pragmáticos, la palabra Utopía se ha vuelto peyorativa. Alude a propósitos u objetivos políticos y sociales delirantes o imposibles de lograr. Pero no olvidemos que nació con el aliento de Santo Tomás Moro, un hombre libertario.