Soy de los que considera a Rafael Cadenas, el poeta más importante de las postrimerías del siglo XX venezolano –y de los inicios de este tercer milenio. El acaba de ser galardonado con el premio Federico García Lorca de la ciudad de Granada, en la España andaluza y gitana que Lorca enalteció.
De Cadenas, comprometido con la veracidad de las palabras y el verso, encontramos estas presentaciones de si mismo:
“Yo, envés del dado, relataré no sin fabulaciones mi transcurso por tierras de ignominias y dulzuras, rupturas y reuniones, esplendores y derrumbes”. Y también: “Yo pertenecía a un pueblo de grandes comedores de serpientes, sensuales, vehementes, silenciosos y aptos para enloquecer de amor”.