Va camino al centenario de su fructífera vida el doctor Enrique Tejera París, modelo de funcionario público rendidor, versátil y decente. En la revista Realidad Hispánica, de la cual fui editor, escribí hace una década sobre él:
“Ilustre venezolano. Ejerció la embajada de su país en Estados Unidos, lo que le permitió un cabal entendimiento con el presidente Kennedy y su “Alianza para el Progreso”. Economista y abogado graduado summma cum laude en la Universidad Central de Venezuela, ha sido gobernador de estado (Sucre), ministro de Planificación y de Relaciones Exteriores, presidente de la Corporación venezolana del Petróleo (CVP), del Banco Industrial (BIV), senador, embajador en España y en las Naciones Unidas (ONU), directivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otras funciones públicas. Muchos en su país lo estimaban como el sustituto de Hugo Chávez en la presidencia, de no haber fracasado el referendo revocatorio de agosto de 2004”.