La acusación contra Mendoza y Hausmann, necia e ilegal, se propone ponerle la mano a la Polar, es decir a los alimentos seguros de nuestra gente (entre otros la harina PAN)
Nicolás Maduro, office boy de los despóticos hermanos Castro de Cuba, y el narcogorila Diosdado Cabello, en la desesperación por su impopularidad, ahora se ensañaron contra el grupo de empresas Polar. Ambos impresentables tienen el mismo objetivo pero distintas motivaciones:
Maduro quiere destruir lo que queda del sector privado venezolano, porque sus patrones los Castro le enseñaron que hay que lograr convertir a todos los ciudadanos en limosneros del estado. Eso garantiza el control por hambre de la gente. De allí su deliberado empeño en acabar con las empresas independientes.
Cabello quiere ser el único empresario poderoso del país, que con el financiamiento del narcotráfico, pueda someter al estado. Esa es su astucia para acabar con la Polar.
El grupo Polar comenzó como cervecero y hoy en día es la plataforma de alimentos más importante de Venezuela. Es una entidad capitalista moderna, que protege y exalta a sus trabajadores y respeta a los consumidores. Es el conglomerado empresarial más progresista, confiable y prestigioso para los venezolanos de todas las clases.
Para desmantelar a la Polar la ominosa mafia Castro-Maduro-Cabello está especulando una conversación telefónica de dos venezolanos de lujo, orgullo de nuestro gentilicio, el presidente del grupo Lorenzo Mendoza y el experto de Harvard Ricardo Hausmann.
La acusación contra Mendoza y Haussman, necia e ilegal, se propone ponerle la mano a la Polar, es decir a los alimentos seguros de nuestra gente (entre otros la harina PAN). Otro acto irresponsable del castrochavismo, electorero y criminal.
Si la marabunta chavista se traga a la Polar, como ha ocurrido con otras confiscaciones de empresas, en pocos meses la producción estará arruinada por la impericia gerencial y la corrupción de sus asaltantes. Eso lo saben los trabajadores y por eso son solidarios con Lorenzo Mendoza y otros directivos.
Además, como bien lo señala mi compadre el economista Luis Vega Urbina, es seguro que la Pepsi-cola y otros socios internacionales de Polar, se verán obligados a retirarse de Venezuela. O sea más pobreza para el pueblo y descrédito para la nación.